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02 Oct 2018

Españoles en América 1492 – 1692

Desde el segundo viaje de Colón, todos los asuntos concernientes a las Indias recaían en Juan Rodríguez Fonseca, Archidiácono de Sevilla. Nacido en Toro (Zamora) en 1451, era el hombre de confianza de Isabel la Católica y fue ascendido a «Ministro de las Colonias». Pero no tardaron ni diez en años en darse cuenta de que tal magnitud de datos eran inabarcables para una sola persona, por lo que debían mejorar el sistema, y para ello desde mediados de 1502 se crea una institución para ocuparse de todos los asuntos de las nuevas colonias de ultramar. Dicho proceso culmina el 20 de enero de 1503 con las 20 ordenanzas de la REAL CASA DE LA CONTRATACIÓN DE YNDIAS.

La Real Casa de la Contratación era una copia de las recién creadas por Portugal «Casa de Guinea» y «Casa de Indias» para mejorar la gestión. Uno de los primeros problemas que tuvieron que solventar fue el de la ubicación de la Real Casa de la Contratación; y después de mucho debatir se eligió Sevilla. Las otras ciudades candidatas fueron Huelva y Cádiz, pero Huelva tenía tan buen puerto como malas comunicaciones por tierra. Además en Huelva había «demasiados señoríos» y la Corona de España no estaba dispuesta a compartir las riquezas del Nuevo Mundo. Cádiz -la otra candidata- estaba muy poco desarrollada en aquel entonces, y aunque tenía buen puerto, éste era muy inseguro; de hecho, Cádiz fue atacada en 1587, 1596, 1625 y 1797. Sevilla, sin embargo, era fácil de defender y ya desde el S. XIII era un destino principal de mercancías del norte de África.

Hasta tal punto este hecho fue relevante que el monopolio del Comercio con las Indias centralizado en Sevilla desbancó a Amberes como centro financiero mundial. En la Real Casa de la Contratación no sólo se guardaba un detallado registro de todo lo que venía (e iba) de las Indias, también una información especialmente delicada y valiosa: MAPAS.

Nuestras principales exportaciones fueron trigo, legumbres, vino (las vides se empiezan a llevar en 1519) aceite, vinagre, azúcar, aperos de labranza, semillas, ganado, paños, sedas, calzados, cueros, vidrios, cuchillería, herramientas de todo tipo y libros.

Las principales importaciones fueron tabaco, chocolate, cacao, cochinilla, añil, palo del Brasil y diferentes tipos de maderas. Un detalle poco conocido es que en mercaderías exportábamos más de lo que se importaba, pues había que dejar sitio para el Oro y la Plata. Sólo de 1521 a 1560 llegaron a Sevilla unas 567 Tm de Plata y 87 de Oro (unos 450 Millones de Maravedíes).

Todo ese trabajo de control lo realizaban tres «oficiales reales» -funcionarios de la época- «un factor», «un tesorero» y un «contador»:

  • El «Factor» revisaba los buques, la compra y la expedición de mercancías por parte de la Hacienda (principalmente armas).
  • El «Tesorero» recibía todos los caudales procedentes de las Indias tanto de particulares como de la corona.
  • El «Contador» encargado de llevar el control contable de TODAS las operaciones que realizaba la Casa de la Contratación.

 

Por ejemplo, «la Nao de Juan Bermúdez, vecino de Palos, llevó mercancías por valor de 768.926 maravedíes y al menos 19 esclavos». Gracias a ese control sabemos que el primer gran envío de esclavos fue en 1510, de más de 150 esclavos negros, que por unos 900.000 maravedíes viajaron en naos del Rey.

Y a pesar de todo ese control, no se sabe con exactitud cuál es la cantidad de oro y plata que llegó de las Indias. ¿A qué se debe esto? Aparentemente todo estaba bien contabilizado, gracias al llamado Quinto del Rey, un impuesto del 20% creado en 1504. Ese impuesto se aplicaba a toda riqueza en oro, plata o joyas que obtuvieran los conquistadores en las colonias.

Como os podéis imaginar, con semejante impuesto el contrabando se volvió la norma. ¿Qué volumen alcanzó? Pues difícil de decir. Para haceros a la idea, de un barco hundido en la playa de Zahara en 1555 se recupero en oro y plata el triple de lo declarado en el embarque. Por eso las cifras van desde las 17.000Tm de plata y 180Tm de oro hasta las casi 30.000 de plata y casi 300 de oro.

¿Qué dejamos allí los españoles?

En 1538 con una bula papal se crea la Universidad Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, ciudad conocida como la «Atenas de América».

A medida que los Españoles se adentraban en el continente (que tenía más riquezas que Santo Domingo) fueron añadiendo universidades:

  • En 1551 (12 de mayo) por Real Provisión se crea en Perú la «Univ. de San Marcos» y que ha estado funcionando desde entonces.
  • El 21-09-1551 también por Real Provisión se crea en México la «Real y Pontificia Universidad de México».
  • El 23-02-1558 por Real Cédula se crea la «Real y Pontificia Universidad de Santiago de la Paz y de Gorjón» en Santo Domingo (ya tienen dos universidades).
  • El 13-06-1580 en Bogotá (Colombia) por Bula Papal se crea la «Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino».
  • El 20-08-1586 mediante Bula Papal se crea en Quito (Ecuador) la «Universidad de San Fulgencio».
  • El 13-10-1608 en Lima (Perú) se crea la «Pontificia Universidad de San Ildefonso» (y ya van dos en Lima).
  • El 19-06-1613 en Córdoba (Argentina) se crea la «Pontificia Universidad de Córdoba».
  • El 11-03-1619 por Bula Papal se crea en Santiago de Chile (Chile) la «Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino».
  • El 16-07-1611 (aunque no abrió hasta 1618) por Cédula Real de Felipe III se crea la «Real y Pontificia Universidad de Mérida» en Yucatán (México).
  • 1621 «Pontificia Universidad San Ignacio de Loyola» Cuzco (Perú).
  • 1621 «Universidad de San Miguel» (Chile).
  • 1621 » Pontificia Universidad San Francisco Javier» Bogotá.
  • 1622 «Universidad San Gregorio Magno» Quito (Ecuador).
  • 1624 «Real y Pontificia Universidad de San Francisco Javier» Sucre (Bolivia).

 

Y aquí paro, pues la siguiente del continente sería la Universidad de Harvard en 1636. Pero los españoles seguimos abriendo universidades hasta 1810.

De todas ésas (y algunas posteriores a 1636) seis siguen funcionando a día de hoy:

  • La de San Marcos en Lima lleva abierta desde 1551.
  • La Pontificia de Córdoba en Argentina desde 1613.
  • La de San Francisco Javier Sucre en Bolivia desde 1624.
  • La de San Carlos Borromeo en Guatemala desde 1676.
  • La de San Antonio Abad en Cuzco desde 1692.
  • La de San Jerónimo en Cuba desde 1721.

 

Por no hablar de los 17 Reales Colegios y Seminarios; desde el primero en Tlatelolco (México) en 1533 al Carolino de Santiago de Chile en 1778. Algunos extinguidos a día de hoy, otros transformados en facultades y los menos aún en funcionamiento como El Colegio Mayor de San Bartolomé en Bogotá.

Dejemos la «educación» y veamos la Sanidad. El primer hospital que se funda en América es el de San Nicolás de Bari en 1503, como no, en Santo Domingo.

  • En 1524 el Hospital de la Purísima Concepción, establecido por el propio Hernán Cortés en Ciudad de México. (Curiosidad de «Saber y Ganar»; ese hospital lo ubicó Cortés en el mismo punto en que se reunió por primera vez con Moctezuma)
  • El tercer hospital de América fue el Hospital de la Misericordia, en Guatemala, en 1527.
  • En 1538, en Lima, el propio Francisco Pizarro funda el cuarto hospital de América, el Hospital del Perú.
  • En 1543 en Santos (Brasil) el Hospital de la Santa Misericordia.
  • En 1552 en Santiago de Chile el Hospital San Juan de Dios.
  • En 1563 el Hospital de San Lázaro, también en Santiago de Chile (el primero que atiende a Leprosos en América).
  • En 1565 en Quito, el Hospital San Juan de Dios.
  • En 1576 en Córdoba (Argentina) el Hospital de Santa Eulalia.
  • En 1566 en Ciudad de México se instalaría el primer manicomio de América (Hospital de Inocentes).
  • En 1582 el Hospital de la Misericordia en Río de Janeiro (Brasil).
  • En 1592 el Hospital de San Pedro en Caracas (Venezuela).

 

Y siguieron y siguieron … Como contraste, el primer hospital en Norteamérica se fundó en 1663 en Nueva York, «The East India Company Hospital».

Por no hablar de iglesias, catedrales, conventos, monasterios, fuertes, carreteras, puertos, tajamares, acueductos, sistemas de postas, de pesos y medidas, monedas… Y no olvidéis que cada ciudad que habéis leído hubo que crearla de la nada.

Por aquel entonces Santo Domingo, Lima, Cuzco, Cartagena de Indias y Córdoba eran ciudades envidiadas en toda Europa.

De modo que cuando os salgan con lo de «malvados genocidas y expoliadores conquistadores españoles» levantad la cabeza y decid bien alto: «Sí, os conquistamos, os civilizamos, os mostramos la rueda, os enseñamos a fundir metales y cambiamos a vuestros dioses sedientos de sangre y sacrificios por el nuestro, que derramó su propia sangre por nosotros.»